Emanuel Soriano y Andrés Salas: “El cine es cultura, no todo en la vida es plata”
Los actores peruanos protagonizan “Pirú”, la película de los hermanos Bismark y Sara Rojas, que se desarrolla en un pueblo de Cajamarca amenazado por una empresa minera. Conversamos con ellos sobre el rodaje y la reciente discusión en torno al proyecto de la congresista Adriana Tudela sobre cine nacional.
Fuera de la ficción, Andrés Salas y Emanuel Soriano son buenos amigos. Por eso, cuando al primero le dijeron quién sería su compañero de aventura en el rodaje de Cajamarca para filmar la película “Pirú”, estaba encantado. La cinta de Bismark y Sara Rojas cuenta el viaje de dos ingenieros a una zona minera de esa región que tienen como tarea convencer a la población de que vendan sus tierras para emprender en estas un proyecto minero.
En “Pirú”, Alí (Emanuel Soriano) viaja junto a su mejor amigo (Andrés Salas) hacia la sierra del Perú por trabajo. Cerca a su destino, su viejo carro pierde el control y choca contra el árbol de Hermelinda, una anciana que vive en el pueblo de Quri Suncu. Al inicio, el joven siente rechazo por los pobladores, pero ese sentimiento evoluciona a una bonita amistad a causa de la nobleza de un niño llamado Pirú. Pronto, el problema vendrá cuando el jefe de Alí le diga que debe desplazar a sus nuevos amigos de su hogar para empezar un nuevo proyecto minero.
Por su parte, Salas sintió muy personal este rodaje, pues su familia es cajamarquina y parte de su infancia fue en Cajamarca. Durante los días de trabajo, invitó a Emanuel Soriano a conocer los lugares que evocan su nostalgia y, de repente, se encontraba con conocidos mientras paseaba en la calle.
Lo más difícil para el equipo de producción de “Pirú” fue filmar en un clima frío en las madrugadas. Debieron soportar los imprevistos, incluido el robo de equipos de una camioneta. Había un impacto emocional por el incidente y se sentía malestar por la temperatura, que provocaba hielo en las ventanas del auto de utilería, un ‘escarabajo’ de color amarillo, al que debían aventarle agua caliente para poder entrar por la puerta, según comentaron Soriano y Salas durante la entrevista.
Sin duda, la mayor dificultad para ellos fue trabajar con “no-actores”. Es decir, personas locales fueron seleccionadas en una audición para actuar en la película. Mateo Castrejón tiene 7 años y es Pirú, un niño al que sus padres abandonaron, y María Teresa Tello interpreta el papel de su abuela. Son, en definitiva, quienes se roban el corazón del público en los últimos minutos del filme.