¿Sabías que el cementerio más grande de América Latina está en el Perú?
Se espera que en feriado largo concentre a miles de turistas en todo el Perú.
Entre acordes de encendidos huainos y humeantes caldos de mote, cerdos recién horneados y cuyes de campeonato, cada 1 de noviembre miles de familias se abren paso entre los cerros de Villa María de Triunfo para recorrer sus faldas, cada vez más bordadas de tumbas, en busca de los seres queridos enterrados en el camposanto más grande del Sudamérica y el segundo más grande del mundo.
El Cementerio Virgen de Lourdes, conocido popularmente como Nueva Esperanza, fue abierto en el año 1961 y desde su creación tuvo alma provinciana. Se calcula que aloja a más de un millón de difuntos, básicamente emigrantes que llegaron a Lima en busca de un futuro mejor.
En este día, los difuntos son homenajeados con lo que más les gustaba: un plato de comida, música, o simplemente una cervecita bien helada, regada con afecto sobre su tumba.
Para los visitantes madrugadores nunca hay pierde. Desde muy temprano, diligentes comerciantes despliegan una variada oferta gastronómica a la entrada del cementerio, promocionando viandas para todos los bolsillos. Hay combos de quinua, emoliente o cafecito más pan con relleno o tortilla. Para los más comelones, el menú tendrá una oferta más contundente. Nadie se quedará sin comer porque la subida del cerro siempre requiere esfuerzo.