La Diviac realizó varios operativos contra la corrupción
En Trujillo, La Diviac ha ejecutado más de 20 megaoperativos contra la criminalidad organizada. El primero contra ‘La Alianza Mochera’, liderada por ‘Chichito’, un juez lo condenó a cadena perpetua. El Imperio Romano, un grupo de policías dedicados a la corrupción, han recibido altas penas. ‘Los Malditos de Chicago II’ también han sido condenados. Si continúo enumerando los casos, el texto se vuelve un testamento.
Santiváñez, el elegido
Una perra pitbull –de mandíbula gruesa y de mordida mortal–, está pariendo. Un hombre adicto a la pelea de perros clandestinos observa atentísimo el parto. “Ahí viene el primero”, dice y en sus ojos se dibuja el placer de un púbero, cuando pierde su virginidad. Agarra el primer nacido, aún tiene manchas de sangre en el cuerpo, lo limpia con su polo y lo arrima a la teta de la perra, el cachorro saca la lengua y envuelve con furia la teta, da dos bocanadas de leche y de pronto siente el tirón de la nuca, lo han arrancado del pezón de su madre, y ahora tiene una nariz humana entre su boca y su lengua. El perrito empieza a morder. “Este es el bueno –exclama el criador de perros–. y lo tira al cielo y luego lo arresta”. Coge al segundo, repite los pasos con una precisión de francotirador y el cachorro lame. Esa misma escena se repite una, dos, tres (…) seis veces. “El que lame no sirve para nada –explica y suelta un aire de decepción–. El perro destinado para la pelea tiene que morderte con los ojos cerrados y con encías blandas. La mordida es señal que quiere tener al mundo entre sus muelas. Si algún día te dedicas a esto, nunca olvides que los cachorros que muerden son los guardianes de tu criadero”.
Sus palabras del criador estaban preñadas de la verdad: todo lo ilegal necesita guardianes y el Ministro del Interior, Juan Santiváñez, es el elegido para defender la corrupción que ha echado raíces en los más alto de la política peruana. Dos días atrás, el ministro cargó su artillería y disparó a bocajarro contra la División de Investigación de delitos de Alta Complejidad (Diviac), unidad que se dedica a investigar crimen organizado y corrupción de funcionarios. Y lo más triste de este escenario político es que las versiones esgrimidas por el máximo representante del sector seguridad ciudadana son una falacia.
Santivánez, dispara
“La Diviac no ha tenido operativos con grandes resultados. Por ejemplo, la investigación contra el general Becerra que se llevó a cabo en la ciudad Arequipa. Se le imputó de pertenecer a una supuesta organización criminal de trata de persona. En esa operación se gastó millones de soles y no hubo resultados”. Como lo dirían en el hampa: “Eso es más falso que teta de cabro”. El operativo contra el general Becerra lo ejecutó el Departamento de Inteligencia Contra la Criminalidad Organizada (Depincco).
“En una reunión con el fiscal de La Nación, el fiscal superior Chávez Cotrina, nos hace entrega de una lista de más de 20 carpetas fiscales que habían sido devueltas por la Diviac. Alegando que no contaban con presupuesto para analizarlo y estudiarlas. Se trata de una clasificación de carpetas”, dice suelto de huesos el Ministro. Horas más tarde, el mismo Chávez Cotrina salió a arrancarle la máscara a Juan Santiváñez. “Yo le he dicho que todas las unidades de la policía dedicada al crimen organizado han devuelto carpetas”.
Trujillo, la ciudad en que se aplicó por primera vez el Nuevo Código Procesal Penal y se creó la primera Fiscalía Especializada Contra el Crimen Organizado (Fecor); no se puede quedar fuera de estas guerras internas de poder. Aquí no devuelven las carpetas, porque la corrupción es una teta cargada y nutritiva. Aquí la fiscalía le quita los casos y se los entrega a la Diviac. A las pruebas objetivas me remito, caso ‘La Gran Alianza’, liderada por el Josué Oliver Blas Lezama, el famoso ‘Gato Cote’. La investigación contra dicha organización criminal inició en el año 2022 y estaba en los escritorios polvorientos del Grupo 4 de San Andrés. El tiempo que no perdona a nadie, avanzaba y el ‘Gato Cote’ nunca caía. Frente a la ineficiencia, al desgano de no querer hacer bien las cosas, la fiscal a cargo del caso, extendió la mano, para que caiga todo el peso de la carpeta mal hecha. Así mostró su enfado la magistrada: “De los actuados se advierte la falta de cumplimiento de los objetivos encargados a la División Macro Regional de Inteligencia–La Libertad (Policía Nacional del Perú) y asimismo, la falta de coordinación con este despacho a fin de otorgar el impulso necesario en los actos de investigación que se requieren, resulta pertinente que en esta fase de la presente investigación, se centralice el apoyo policial en el área especializada y de mayor nivel de autonomía funcional como es la División de Investigación de Alta Complejidad de Trujillo (Diviac) a fin de garantizar el éxito de la misma”.
“En tal sentido, también corresponde solicitar al jefe de la División Macro Regional de Inteligencia de La Libertad que con suma reserva proceda a recabar y entregar a este despacho fiscal todos los actuados de la presente investigación preliminar que obren en la dicha dependencia; a fin de continuar con los actos de investigación, según la fase en la que nos encontramos”.
La Diviac y el caso de Brigitt Huiza Vásquez
Y en Trujillo, el anfiteatro del crimen, la Diviac resolvió el caso de Brigitt Huiza Vásquez, una mujer asesinada, desmembrada y enterrada en Magdalena de Cao por su pareja. Esa investigación estaba a días de pasar al sótano del archivo, iba a ser invadida por la telaraña. “La Diviac resolvió el caso, gracias a ellos, pude traer pedazos de mi hija”, confiesa la madre, desde Argentina. Y la hija de Brigitt, una niña que recién está entrando a la adolescencia, recuerda que la Diviac le cumplió el deseo más anhelado: verlo a su padre tras los barrotes. “Mi papá era malo, le pagaba a mi mamá. Yo todas las noches pedía a Dios que lo metan a la cárcel a mi papá. Ya no aguantaba más, me dolía el corazón, cada que mi papá le jalaba los pelos a mi mamá y le ponía el cuchillo en el cuello y le gritaba: ‘Te voy a matar’. Yo escondida debajo de la mesa, miraba todito”, narra y las lágrimas inundan esos ojos dormilones. “Lo han condenado a 21 años”, finaliza. Y si a eso no se le llama buenos resultados, no sé a qué a llamarle trabajo exitoso.
Dato extra
La Diviac ganó notoriedad por investigar a políticos salpicados por el fango de la corrupción: Alan García, Keiko Fujimori, expresidente Pedro Castillo y al hermano de la primera presidenta mujer del Perú, Dina Boluarte y entre otros.