Asesinan a joven luego de tener una cita con una fémina
El móvil del homicidio sería pasional.
“Me he enterado que ha estado con mi mujer y mi reacción en ese momento fue mi mayor enojo posible. Tenía un arma en la mano y le disparé”, relató un hombre de contextura delgada, tez trigueña, que vestía un polo con el logo del restaurante criollo ‘Ximenita’, donde trabajaría como mozo. Esta escalofriante confesión del ciudadano chileno de 20 años ante el coronel Víctor Revoredo ha sido difundida por redes sociales en video, causando asombro en los ciudadanos.
Felipe Echeverría habría atacado a Ricardo Ray Tobar Ruiz, de 19 años, motivado por los celos que sintió al conocer que frecuentaba a quien sería su expareja. El hecho ocasionó que saque a relucir su lado más oscuro que lo llevó a perpetrar un asesinato.
El sangriento hecho ocurrió a las 12 de la madrugada, en la calle John F. Kennedy, cuadra 4, en la urbanización La Perla. Las cámaras de seguridad lograron registrar las imágenes en donde se logra ver al joven que cae al suelo luego de recibir varios balazos. De igual forma, se escucharon los gritos de auxilio que también fueron oídos por los vecinos de la zona.
“Gritaba ayúdenme, pero me daba miedo salir, ¿cómo lo iba a ayudar?, me iban a balear. 7 balazos escuché en mi cuarto y dije: ay Dios mío, ¿qué será?”, reveló una de las vecinas de la urbanización La Perla.
Además, la mujer cuya identidad es reservada por temor a futuras represalias, mencionó que era la primera vez que ocurría esto. En esa línea, manifestó que al parecer los muchachos que aparecen en las cámaras de videovigilancia habrían intentado limpiar los casquillos de bala que no llegaron a impactar a la víctima.
“Es la primera vez que se escucha esto. El chiquito lloraba y decía ayúdenme y después que se fue la policía vinieron ellos (chicos de la barra) a buscar los casquillos. Pero primero cuando estaba el chiquillo ahí, ellos mismos estaban buscando los casquillos. O sea, ellos primero se aseguraron, bien vivos son, y después vino la policía y ya no los encontraron (balas)”, agregó.
Luego del ataque, los efectivos de la comisaría Ayacucho, informaron que Tobar Ruiz llegó hasta el área de Emergencia del Hospital Belén de Trujillo, a las 12:13 de la madrugada, del último miércoles 9 de octubre. Posteriormente, fue diagnosticado con politraumatismo, pero, debido a la gravedad de sus heridas no logró resistir y falleció.
Según fuentes policiales, Yoel Humberto Ríos Zurita de 28 años y amigo de la víctima recibió una llamada de su amigo quien en ese momento se encontraba herido. En esa comunicación le pedía ayuda. Tobar Ruiz jamás imaginó que luego de una cita con una fémina sería presa fácil de la muerte.
Por otro lado, el detenido no llegó a huir tan lejos, pues fue capturado cuando se ubicaba en el terminal de una empresa de transportes. Aparentemente iba a abandonar la ciudad de Trujillo tras lo sucedido. En sus declaraciones, afirmó que entregaría el arma con la que perpetró el crimen.
Ante esta situación que ha dejado conmocionado a los seres queridos del occiso y también a la comunidad trujillana Panorama Trujillano se comunicó con el abogado y exfiscal, Alfredo Galindo, quien indicó que el hecho se hubiera podido evitar si actualmente se realizaran más operativos de prevención.
“La no existencia de un principio de autoridad y la falta de personal policial hace que cualquier persona que tenga un arma de fuego la use. Si hubiera operativos a vehículos sospechosos y a personas, por lo menos preventivos, sería positivo y así se evitarían hechos de esta naturaleza. Este sujeto actuó libremente, no había ningún patrullero para que siquiera lo detenga a esas horas donde ha ocurrido este homicidio premeditado. Aquí no hay emoción violenta por más que se diga que ha sido por celos, no opera eso o el crimen pasional”, lamentó el letrado.
Ahora, respecto a la pena por este delito, indicó que, la fiscalía debe solicitar la pena más severa para un individuo que planificó un homicidio, ya que el uso de múltiples disparos califica el delito como homicidio calificado, lo que conlleva penas de 15 a 35 años. Por otro lado, si se determina que fue un homicidio simple, la pena oscilaría entre 6 y 20 años. Además, agregó que la edad del autor puede influir en la responsabilidad penal, ya que, si es menor de 21 años, tendría una responsabilidad restringida según la normativa.
“La fiscalía debería procurar ponerle la pena más drástica posible a un tipo que planificó este hecho. (…) En un homicidio calificado la pena mínima es 15 y la máxima es 35. Sería calificado porque fue ejecutado con crueldad al aplicarle varios disparos y ha existido alevosía, un sufrimiento de la víctima, lo que cambiaría la figura para el autor del delito. Mientras que, al ser un homicidio simple la pena sería de 6 a 20 años. Todo será en función del Ministerio Público y también en función de la edad del autor. Si tiene menos de 21 será sujeto de una responsabilidad restringida según la norma”, mencionó.